Velázquez, Duras y Lowry, los cónsules y las Meninas

Publicado originalmente el 19 de abril de 2020. El arte es una mirada sobre y un producto de un período histórico dado, es una (re)presentación de ese momento (un partido de fútbol no, aunque haya resultados, resultados que puede que también reflejen una época -como en el Mundial de Argentina o Evasión o victoria– porque el fútbol sí tiene, como todo, una dimensión política,). Por eso, no he creído nunca que una obra haya «envejecido mal», si estaba en sintonía con su contexto histórico y tenemos la capacidad y el conocimiento para situarnos en aquel estado de análisis y percepción. En cuanto a Las Meninas, Diego Velázquez vivó en el siglo XVII y las pintó en 1656. Denis Diderot, el enciclopedista y primer teórico de la «la cuarta pared», en el XVIII, uno más tarde que Velázquez y Moliére. ¿Qué está pintando Velázquez les pregunté a mis hijos hace dos años cuando les llevé a ver exclusivamente ese cuadro en El Prado, La familia de Carlos IV de Goya (Las Meninas de Goya podrías llamarlas) y unos Grecos de Toledo -sí, es posible que me odien jajaja-. Así a bote pronto, y sin ser una interpretación canónica lo sé, una de tres, o pinta a los reyes y lo del fondo es un espejo, está pintando los traseros de Las Meninas que están mirando hacia el espectador, o esta pintando a Las Meninas de frente y entonces el espectador ES el espejo. En todas esas hipótesis (ninguna de las cuáles será superada por Goya o Picasso) la cuarta pared no es que esté rota, sino que ha estallado por los aires, y las repercusiones políticas de ese entronizamiento de la mirada del espectador son abisales. El espectador ES el protagonista del cuadro de las Meninas, es el «rey» del espacio, como la burguesía europea naciente lo es del nuevo sistema económico que está naciendo, el dinero que le pagan por pintarlo parte de esa avalancha pasajera de oro y plata americanas que acabarán por arruinar la economía y acelerar la decadencia del Imperio. Porque la relación entre el fuera de campo, el hors-champ de la maga Duras, y lo poco que abarca la mirada del artista siempre ha sido una de las dialécticas que mayor significado político-histórico ha tenido en mí visión del arte (por eso me fascinan por ejemplo Duras y Lowry y no tanto porque en mi juventud me sintiera identificado con las desgarradoras historias amorosas de sus respectivos cónsules). En los grandes pintores, la Historia se puede tocar, entender, tanto por lo que muestran y cómo, como por lo que no.)

Los simbiontes: Wenders/Ruiz y Skolimovski/Schlondorff

Siempre me apasionó la cuestión creativa y vital subyacente a aquellos rodajes en que un cineasta hace mucho más con prácticamente el mismo cast and crew que su prójimo mas reconocido en el mismo lugar y tiempo. Dicen que si los americanos no tienen un término para un concepto éste no existe. ¿Cómo definirían la relación de comensalismo entre estos directores? ¿Films simbiontes? Curiosamente los casos más conocidos se produjeron todos el mismo año (debe ser por eso y su rareza que no disponen de categoría propia, como por ejemplo, el club de los 27). En 1981. El territorio de Raoul Ruiz y El estado de las cosas de Wim Wenders, y Círculo de engaños de Volker Schlondorff y Hands Up! de Jerzy Skolimovski. El caso de la relación entre Jacques Rivette y Barbet Schroeder (con Bulle Ogier de por medio) sería aun más intrigante…

(Publicado originalmente en febrero de 2020)

Céline et Julie vont en bateau, 1981, Francia, Les Films du Losange. 
Dirigida por Jacques Rivette y producida por Barbet Schroeder.
Fuente: Film at Lincoln Center

10 de diciembre de 2022. De uno de los cineastas que mejor encarna las luces y sombras del Iluminismo, Raúl Ruiz, el ciclo Proust nos trae Le temps retrouvé, con Catherine Deneuve y John Malkovich, no tan por casualidad parte del reparto de Un film falado de Oliveira que también se pasa estos dias en @filmotecacat.


7 de abril de 2024. Mágica, fascinante, hipnótica, envolvente… y divertida. Y constantemente contemporánea (es difícil encontrar dos mujeres más libres que las interpretadas por Juliet Berto y Dominique Labourier, y las etéreas y fantasmagóricas Bulle Ogier y Marie-France Pisier y disecciona Matrix mucho antes que las Wachowski). Hoy Céline et Julie vont en bateau, de Jacques Rivette, en Filmoteca de Catalunya.


Los museos yuxtapuestos: La Jetee, To Sir, with Love y las carreras por El Louvre


En Películas simbiontes (o más bien parásitas) abordaba cómo se benefician los rodajes paralelos. Sin embargo, un caso de yuxtaposición por el que siempre me había interrogado era el de dos films en extremos opuestos. Por una parte; La Jetée, una de las obras más maravillosas e influyentes de la historia, que particularmente utilizó además, junto con la intro de aterrizajes de la Fata Morgana de Herzog, para ralentizar la mirada de amigos que quieren introducirse «en ese tipo de cine que tu ves» 😉 y que tienen la retina hiperactiva característica del cine de precipitación de encuadres por segundo de hoy en día, para reaprender a ver todo lo que hay en un plano, incluso lo rembrandtianamente oculto a la mirada. Por otra, To Sir, with Love, una pequeña artesanía, con un enorme éxito comercial y el estelar Sidney Poitier haciendo su típico papel de «negro bueno, pero con carácter” (que pese a su intrínseco tiotomismo aún le haría brillar como Virgil Tibbs en la intensa En el calor de la noche de Norman Jewison). Difícil encontrar dos historias y formatos más diferentes en todos sus aspectos, pero siempre me ha fascinado el que ambas contienen una epifanía en/a través de un museo. Y que, mientras la del pintoresco James Clavell (veterano de guerra, novelista y nada menos que guionista de La mosca de Kurt Neumann), altera su paso en dicha secuencia, pasando de hablada a cantada (con el precioso tema principal homónimo de Lulu) y, sobre todo, de imagen en movimiento a sucesión de fotos fijas,

la de Ageless animals de Chris Marker

viene justo un minuto después de que, durante cinco interminables segundos, la cinta compuesta en su integridad por un retablo magistral de estampas inmóviles, se “interrumpe” para mostrar unos ojos que florecen y una sonrisa que atrapa por un instante, un alma que despierta en todos los sentidos, en movimiento.

Eyes Wide Open / Shut https://youtu.be/I6wDN4cEXCM Fuente: Zacarías Marco

De todas formas, la eterna pregunta de si el australiano había tenido en cuenta o de alguna manera había sido influenciado para su película de 1967 por la visión de la la pieza del genio de Neuilly de 1962 quedó resuelta, de forma prosaica, hace unos días al hallar en el trivia que la bellísima escena iniciática, que resume el curso en que las estudiantes adolescentes van convirtiéndose en mujeres adultas

Those schoolgirl days of telling tales and biting nails are gone / But in my mind I know they will still live on and on / But how do you thank someone who has taken you from crayons to perfume?”

vino a ser en la forma que la conocemos porque (spoiler alert por si a alguien aún le interesa;-)

The producers sought permission to film in the British Museum for the outing sequence, were denied only a few days prior to filming, although stills photography was permitted. Stills photographers Laurie Ridley and Dennis C. Stone were given a free hand, following the cast throughout the museum, creating the iconic montage sequence for the movie”

La distopia de La Jetée, su contradictorio hálito entre vitalidad y muerte, refleja sin embargo, en una de sus múltiples capas, los tiempos convulsos de los sesenta y en especial el espíritu que desembocaría en mayo en que se forjó, y por tanto tiempos también de grandes esperanzas, aunque lo viejo no acababa de morir y lo nuevo no acababa de nacer. Así en el minuto 7:49 oimos que

Si eran capaces de concebir o soñar otro tiempo, es posible que fueran capaces de vivir en él” evocando y desafiando al Marcuse de La sociedad carnívora para poder crear una sociedad libre tenemos que ser libres (…) Si no, las necesidades y satisfacciones que reproducen una sociedad represiva serían transportadas a la nueva sociedad; hombres represivos llevarían consigo su represión a la nueva sociedad.»

o de forma más definida,

según Varghese & Blyth (Ghost in the Machine: Specters of Marx in The Matrix), «parafraseando a Marx, aquellos en una sociedad no libre no pueden imaginar lo que es ser libre»

Cambio y Comunicación en el Capitalismo Contemporáneo,
José Iglesias Etxezarreta, octubre de 2015-abril de 2016, Barcelona.

Ilustración del precioso relato corto de JMENDEZ en el Diario de Pontevedra,
La única foto que salvé, admirable, me recuerda algunas somnolencias y camas deshechas, ovillados, de mi juventud

No tenía hambre y vimos ‘Bande à part’ metidos en la cama. Era lenta, el francés era difícil y se me cerraban los ojos»