Ludwig, Recuerdo de Berger

Trabajé de traductor de Helmut Berger en Victoria de Antoni Ribas y el tipo era un calco de la imagen que quería desprender, mundano, simpático, cínico, depravado, adicto, charmant por interés, tenía la mano muy larga y hubiera sido un gran interprete para un Dorian Grey crepuscular al que el retrato hubiera traicionado.