Incluso en Occidente hay una gran cantidad de trabajadores, y en especial trabajadoras, a los que ni siquiera se les trata de engañar con el señuelo de pertenecer a la clase media con el que engatusan a algunos. Aparte de los clásicos de Loach, Guédiguian, Petri o Godard, y las contribuciones de tantos, como Aranoa, Chaplin, Godard, Guerín, Leigh o Ford, no es poco, pero sí expulsado a los márgenes, el cine dedicado a los proletarios con las condiciones más precarias y las rutinas más alienantes. Hoy La chica de la fabrica de cerillas, de la Trilogía del Proletariado, de Aki Kaurismäki, en Filmoteca de Catalunya.
24 de abril de 2022. No creo que a las obreras de fabrica nacidas mujeres o trans o a las limpiadoras mujeres o trans o las científicas mujeres o trans les llegue que la argumentación contra la autodeterminación se base en la injusticia hacia deportistas de élite que se arregla con un reglamento 😉
25 de junio de 2022. Vestida de Azul, Antonio Giménez-Rico, 1983.